No busques la excusa, busca la manera de aprender educación financiera
Durante las últimas décadas la tecnología ha avanzado a niveles inimaginables. Nuestra vida hoy es mucho más fácil que hace cincuenta años, pero entender el sistema es cada vez más difícil. Muy a nuestro pesar, la desinformación ha crecido tan rápido como la información. Y eso permite que las estafas proliferen por internet como una epidemia.
Antaño los productos financieros y la economía estaban construidas bajo engranajes mucho más sencillos. No existían tantos productos como ahora, la política monetaria se basaba casi exclusivamente en subir o bajar los tipos de interés. Los niveles de deuda eran mucho más bajos y teníamos menos herramientas disponibles para invertir. Todo este cambio tiene muchas ventajas, pero solo si se dispone del conocimiento necesario. Es, por tanto, un arma de doble filo. Un arma que te sirve para mejorar financieramente o para aumentar la desigualdad entre aquellos que conocen los fundamentos básicos del sistema y los que no.
Podríamos abogar porque cada uno se sacase las castañas del fuego y, en cierto modo, es verdad. Sin embargo, si tenemos la capacidad de ayudar, ¿por qué no hacerlo? Eso sí, todo sea dicho, como referencia en educación financiera, en Economipedia somos más de enseñar a pescar que de pescar por los demás. De modo que, y ojalá eso no suceda nunca, el día que no estén plataformas como la nuestra, esas personas puedan seguir tomando decisiones con conocimiento.
Inflación, deuda, ahorro e inversión
Tan solo un pequeño porcentaje de la población es capaz de responder bien sobre el fenómeno de la inflación, y aún menos es capaz de utilizar los mecanismos para combatirla. Se endeudan por encima de sus posibilidades y pagan intereses que pueden marcar sus vidas. Por si fuera poco, piensan que la inversión es eso que hacen los que ‘juegan a la bolsa’.
No se trata de saber cómo funciona un contrato swap o la titulización de activos. Se trata de separar el grano de la paja. De separar lo importante y lo que mejorará tu vida de lo que no lo hará. De entender que ahorrar una parte de tu salario podría hacerte más libre, vivir mejor y ofrecerle más posibilidades a tus hijos de las que has tenido tú. El sistema no va a esperarte, no va a mirar por ti, tienes que hacerlo tú. Y en ese océano lleno de tiburones, nosotros podríamos ayudarte. Y cuando digo nosotros, no me refiero solo a Economipedia. No somos los héroes que te salvarán del malo. Existen muchas personas dispuestas a ayudarte, muchas plataformas que renuncian al dinero rápido, al éxito efímero, que miran por el largo plazo y por el futuro de muchas familias, de ancianos y de jóvenes al borde de un barranco que te desprende a la bancarrota.
Debemos estar todos unidos. Todos debemos unirnos en esta lucha por ofrecer nuestra mano. Una mano que no necesitan solo aquellos con menos formación. Un médico o un químico con formación superior no tienen porqué conocer la economía. No me refiero a que no deban, sino a qué no lo han estudiado. Han estudiado cómo salvarte la vida o cómo hacer una sustancia que evitará que el mundo se contamine más de lo que ya está. Los economistas también estamos para eso, para ayudar a todos sin mirar por encima o por debajo del hombro a aquellos que tienen más o menos recursos. Para enseñar a los niños, a los adolescentes, a los adultos y a los ancianos.
La educación financiera debería ser universal. El dinero, odiado por muchos y venerado por otros, es una herramienta que hace posible el sistema en el que vivimos. No es malo el dinero, ni la inversión, ni el ahorro, ni siquiera es mala la deuda. Lo que es malo es hacer un mal uso de ellos. El dinero es a la economía, lo que la sangre al cuerpo humano. Nos da opcionalidad. Pero, eso sí, hasta el agua, consumida en exceso o escasez, puede acarrear graves problemas de salud.
Por concluir, enseñemos al mundo a entender el sistema. Enseñemos a invertir, ahorrar, endeudarse de forma responsable. Enseñemos la importancia de una buena planificación financiera. Que no, que la planificación financiera no es una cosa que hacen los ricos con la banca privada, que también puedes hacerlo tú. Así que hoy, día de la educación financiera, no busques la excusa, busca la manera.
Fuente:
economipedia.com